lunes, 8 de octubre de 2018

OTRA VEZ SÁBADO 6 DE OCTUBRE DE 2.018


OTRA VEZ SÁBADO


Había decidido no insistir en el tema, pero nos jugamos mucho haciendo malas interpretaciones de algo tan sensible como la mejor meta del feminismo. La IGUALDAD a la que tenemos derecho todas las personas, cualquiera que sea su tendencia, forma de ver la vida y cualquiera otra circunstancia que nos diferencie. Pero o no nos explicado bien, o no hemos entendido que los derechos comportan responsabilidades. Todo esto viene a cuento del tan aireado grafitti del artista Idígoras. Este artista al que admiro, aunque no conozco, en su derecho y generosamente, decidió regalar al barrio malagueño de Lagunillas, a lo que según he leído le movió su admiración y respeto al resurgir del barrio, al de un hombre admirable, Miguel Chamorro, que inició esa recuperación, y ya puestos, su admiración a Vicente Aleixandre, insigne poeta y premio Nobel de Literatura, también enamorado de Málaga, a la que dio el nombre de Ciudad del Paraíso.
Como artista se hizo una idea de lo que quería plasmar y decidió llamar a su trabajo “La esquina del Beso” con la composición que le pareció mejor, en uno de cuyos ángulos escribió un verso de Aleixandre. El poeta Aleixandre, nada sospechoso de machismo, en su verso habla de dónde según él está la memoria del hombre, quizás del hombre que él se sentía, y mire Vd. por dónde, llega una persona, no se sabe si hombre o mujer, y decide que hay que mancillar el mural porque no ha tenido en cuenta la memoria de las mujeres. Idígoras, en su derecho, borra la frase insultante, pero a posteriori decide borrar el mural, también en su derecho, aunque su derecho nos prive de la contemplación de un mural, a mi gusto muy hermoso. Ha habido comentarios de todos los gustos, algunos de gusto bastante sospechoso, no solo de mal gusto, sino de desconocimiento de lo que es el feminismo, y esto a mí me preocupa mucho más que lo de quedarme sin poder ver el mural, del que afortunadamente quedan fotos. De la mala formación en feminismo es de lo que verdaderamente tenemos que preocuparnos, porque si la famosa frase la ha escrito un hombre mal intencionado, a eso ya estamos acostumbradas las feministas, lo grave es que la haya escrito una mujer, que con su acto deja claro dos cosas, una que no tiene idea del daño que ha hecho y la otra que no ha asumido que con su condición de mujer tiene el derecho de defender aquello en lo que crea y la responsabilidad de respetar, sin atropellar a nadie, que para que no se nos atropelle es por lo que andamos en el feminismo.
Y para cerrar este sábado, anunciar que mañana en la c/ Alcazabilla declaramos la Paz y esperamos estar todas porque el motivo bien lo merece.

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