OTRA
VEZ SÁBADO
Ayer
22 de febrero de 2.019 se conmemoró el ochenta aniversario de la muerte de
Antonio Machado. Desde hace varios días mucho se ha escrito de esta fecha en
relación con el poeta, desde todos los puntos de vista, desde el pensamiento y la
tendencia de las personas que han escrito, sin que esto suponga que lo escrito
esté más o menos de acuerdo con la figura del hombre al que se refieren los
escritos. Esto quiere decir que, cada cual somos el producto de muchos
elementos que nos componen, como es la genética, la circunstancia que nos toca
vivir, los hechos que suceden a nuestro alrededor y cómo los enfocamos, y esto
le pasó al recordado y nos pasa a los recordantes, por lo que leyendo lo
escrito por otras personas, vemos que se aseguran conceptos y lo contrario, por
ejemplo, el antagonismo ideológico entre Antonio y su hermano Manuel que llegó
a separarlos. En mi modesto entender, el cariño y la unión entre los hermanos,
hay muchos datos que confirman que ese cariño y comprensión entre ellos duró
siempre. Distinto es valorar el carácter de ambos, en Antonio más pasional y
resolutivo, en Manuel más acomodaticio. Los dos vivieron en el seno de una
familia que propiciaba su vocación cultural, y ambos dispusieron de excelentes
maestros que influyeron notablemente en sus vidas dirigiéndolas hacia la
literatura y la poesía, en ambos de extraordinaria calidad, y nos queda la
evidencia de sus colaboraciones, sobre todo, en obras teatrales. En la vida de
Antonio se sucedieron muchas
circunstancias desgraciadas, unas marcadas por su temperamento y otras quizás
porque el Destino se cebó implacable con él. Es el caso que lo vivido acentuó
su tristeza y melancolía, y a sus muchos admiradores nos permitió disfrutar de
una obra, que de otra manera, hubiera sido diferente, y nunca podremos saber si
mejor o peor. Me quedo para cerrar este recuerdo con lo escrito en un papel
arrugado que su hermano José encontró en un bolsillo de su ropa después de
muerto Antonio: Estos días azules, este sol de la infancia…… O tal vez mi
infancia son recuerdos de un patio de Sevilla…..
Lo
que quiere decir que cuando algo nos aflige volvemos nuestros ojos hacia
nuestra infancia, seamos poetas o no.
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